Nuestra escultura representa un totem intrigante con tres calaveras, cada una en una pose única: una cubriéndose la boca, otra tapándose los oídos y la última ocultando los ojos. Esta obra de arte evoca un simbolismo profundo, invitando a la reflexión sobre el proverbio «No ver el mal, no oír el mal, no hablar el mal». Detalles precisos y expresiones faciales detalladas hacen de esta escultura una pieza de conversación y contemplación. Fabricada con materiales de alta calidad, esta escultura aporta una dimensión única a cualquier espacio.
Dimensiones: 9 x 9 x 16,9 cm
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